• “Se trata de ofrecer alternativas para que los vehículos privados afectados por las restricciones no tengan que entrar al casco urbano”

“Oviedo, como capital administrativa, universitaria y de servicios, recibe cada día miles de vehículos privados procedentes de otros concejos. ¿Se imaginan los beneficios que tendría para la movilidad interna y la calidad de vida de las y los ovetenses que todos esos coches no necesitasen entrar en la ciudad?”. El concejal del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Oviedo/Uviéu Juan Álvarez defenderá mañana, en la comisión plenaria de Urbanismo e Infraestructuras, que, para la implementación de la futura Zona de Bajas Emisiones, se plantee la construcción de aparcamientos disuasorios y lanzaderas que como parte del Plan de Movilidad contribuyan a reducir el tráfico privado interno.
“El PP pretende que la pieza central de la futura zona de bajas emisiones sea un macroaparcamiento en pleno centro de la ciudad, bajo La Escandalera y Los Álamos; cuando el objetivo debe ser reducir el tráfico y ofrecer alternativas atractivas y sostenibles a los propietarios y propietarias de vehículos contaminantes”, ha denunciado el concejal socialista.
“No estamos inventando nada. Sistemas así funcionan en toda Europa. Los aparcamientos disuasorios son estacionamientos situados en la periferia de la ciudad cuyo objetivo es ofrecer una alternativa de aparcamiento gratuito que evite la entrada en el núcleo urbano a las personas que llegan en vehículo privado”, ha expuesto Álvarez.
Estos estacionamientos, ha explicado el concejal socialista, se complementan con intercambiadores o áreas intermodales para lanzaderas, “que permiten llegar al centro urbano, o a otros destinos como la Universidad, los centros administrativos o el Hospital por medio de una alternativa sostenible y eficaz con vehículos eléctricos gratuitos de unas 20 plazas de capacidad”.
“Se trata de ofrecer alternativas a los conductores y conductoras de vehículos privados, en especial de aquellos que se verán afectados por las restricciones de la Zona de Bajas Emisiones, pero también prestar un servicio atractivo que reduzca el número de coches particulares en el casco urbano”, ha defendido Juan Álvarez.
“Los aparcamientos disuasorios reducirían la congestión del tráfico, los problemas de estacionamiento y supondrían una reducción drástica de los niveles de contaminación ambiental y acústica para toda la ciudadanía”, ha insistido el concejal. “Existen otras ventajas”, ha añadido Juan Álvarez, “con menos coches, aumentaría el uso de otros medios al mejorar la seguridad para ciclistas o peatones, al igual que se mejoraría la productividad y la seguridad de los vehículos de reparto o urgencias”.