Ayer, en estas páginas, la concejala delegada de Educación, Lourdes García, firmaba un artículo que titulaba ‘La realidad frente al falso relato de las becas escolares’. Dice la Real Academia que ‘realidad’, en su segunda acepción, es equivalente a “verdad”, a “lo que ocurre verdaderamente”. ¿Qué ha ocurrido entonces con las ayudas escolares para este curso que lleva a la concejala a protestar falsedades? En la ‘realidad’ del equipo de gobierno, nada; porque ni una línea dedica la concejala a explicar por qué el 9 de agosto el PP votó la exclusión de las becas de comedor de más de 1.400 niños y niñas de Oviedo y apenas hace una mención a lo que llama ‘un desajuste’.
La realidad, lo que ha ocurrido realmente, puede entreverse en el acta de aquella reunión en la que la propia concejala manifestó, y el acta es un documento público y oficial, que “lo que se hizo es una gestión política en función de los resultados y el presupuesto” y que las ayudas del 75 y el 50%, a las que tenían derecho los excluidos, “no son algo necesario”.
La realidad es que el equipo de Canteli presupuestó muy por debajo de las necesidades las ayudas escolares porque no tenía intención de concederlas. Las familias no son una prioridad para este equipo de gobierno, por eso se les pretendía quitar las becas, por eso se les subirán el año que viene de forma generalizada las tasas o el IBI, que el PP, sin embargo, ha rebajado un 28% en cuatro años a los grandes propietarios.
Para acabar de dibujar la realidad, bastaría con que la concejala respondiese a tres preguntas sencillas: ¿No reconoce su firma en el acta del órgano de subvenciones que excluyó a 1.400 niños y niñas de las ayudas? ¿Es cierto que desde diciembre de 2023 tiene en su poder el estudio de precios del nuevo contrato del comedor escolar? Y si es así, que lo es porque el Registro también es un da marchamo oficial, ¿por qué no se modificó al alza el presupuesto o la convocatoria de ayudas que, como ella misma señala, no se aprobó hasta febrero de este año? Tres preguntas sencillas, fáciles. Tres preguntas que explican por qué, a finales de agosto, había un millar de familias angustiadas pensando en la conciliación y haciendo números ante la pérdida de las ayudas.
La realidad es que la presión de las familias y también de nuestro grupo, al que justamente señala la concejala como responsable del ‘barullo’, han evitado un recorte que afectaba a los derechos de los niños y niñas de Oviedo. Celebramos la rectificación del PP, pero esteremos vigilantes para evitar cualquier nuevo intento de tijeretazo en contra de las familias ovetenses, de cualquier nuevo intento de tergiversar la realidad.