Artículo de Carlos Fernández Llaneza. Publicado en La Nueva España el 5 de diciembre de 2023

Estamos asistiendo a cambios en el clima que no tienen precedentes. Cambios generalizados, rápidos y que se están intensificando. Un cambio climático que nadie, objetivamente, puede cuestionar. El calentamiento global está teniendo funestas consecuencias en la atmósfera, los mares, la superficie terrestre y la biosfera. Consecuencias que padeceremos en todo el planeta. 

Todos constatamos que ya no hiela como antaño. Que los días de orbayu ya no son los que eran. Que cuesta recordar la última gran nevada. Que lo de «agosto, frio en el rostro» es un refrán que quedará en el recuerdo. Olas de calor cada vez más frecuentes y más intensas. Lluvias torrenciales. Periodos de sequía. Borrascas con vientos huracanados y podríamos seguir y seguir detallando anomalías. 

En marzo de este año, el sexto informe el Grupo Intergubernamental de expertos sobre cambio climático (IPCC) ha sido contundente: la temperatura media del planeta está experimentando un aumento que tiene su inicio hace cuarenta años y que ha provocado que la temperatura media de la última década sea, aproximadamente, 1,09ºC superior a la de 1850-1900. 

Es hora de actuar. Las ciudades pueden y deben hacer sus deberes. Hace unos días propusimos que el Ayuntamiento de Oviedo se sumara al Parlamento Europeo, al Gobierno de España, al del Principado, a la Conferencia de Rectores de Universidades de España, a la Federación Española de Municipios y Provincias, a varias comunidades autónomas, diputaciones y a decenas de ciudades españolas adoptando la “Declaración de Emergencia Climática” y, así, Oviedo, marque el camino a seguir a otras ciudades asturianas. 

Adoptando esta declaración se asumirían compromisos políticos reales y la voluntad decidida de asignar recursos económicos para hacer frente a esta emergencia. Comparto las palabras de Ingrid Andersen, Directora de Programas de Medio Ambiente de Naciones Unidas: «La sostenibilidad no es cuestión ni de derechas ni de izquierdas, es una cuestión de justicia intergeneracional y de equidad. Tenemos que ponernos en el lado correcto de la historia». 

El Gobierno de Canteli no puede permanecer impasible e insensible. Tienen una obligación con la ciudadanía presente y futura. No deben permitir que los ovetenses del mañana les juzguen por su inacción. Una de las características de un político ha de ser la ambición. Ambición por aprovechar todas las oportunidades que redunden en el bien común. Por un futuro mejor.

He tenido la fortuna de haber escrito casi medio millar de artículos en este diario de La Nueva España, pero siento que este es uno de los más importantes. Y lo es, no porque fije la mirada en algún hecho trascendente de nuestro pasado o haya encontrado algún dato nuevo y relevante sobre alguna de nuestras ricas tradiciones; al contrario, la mirada se centra hoy en nuestro devenir como humanidad. En el futuro del planeta que nos acoge. 

Por tanto, y respondiendo a la pregunta que encabeza estas líneas, sí, estamos ante una emergencia. Y toca ser valientes y decididos. Las sombras del futuro se disipan con las certezas del presente. Espero que el Gobierno municipal del Partido Popular esté a la altura del reto.

O cambiamos o nos cambiarán.