Marisa Ponga, concejala del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Oviedo/Uviéu

El Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres es una fecha de memoria, compromiso y reivindicación. De recordar a las víctimas y alzar la voz frente a la lacra de la violencia machista, una de las más graves violaciones de los derechos humanos. Sin embargo, una vez más en Oviedo, la conmemoración se ha visto ensombrecida por la falta de compromiso real del equipo de gobierno liderado por Alfredo Canteli.
Ejemplo de ello es el mensaje transmitido desde el propio Ayuntamiento. La campaña institucional elegida por el gobierno municipal, con el lema «IDENTIFICA, APORTA Y ACTÚA CON RESPETO», no solo evita cualquier referencia explícita a la violencia de género, sino que supone de facto un borrado de las mujeres. En la imagen del cartel no aparece ninguna mujer, y el lema podría ser aplicable a cualquier problemática, diluyendo completamente el objetivo del 25N y su necesaria conexión con la lucha contra la violencia machista.
La violencia de género no es una cuestión secundaria. En lo que llevamos de año han sido asesinadas 40 mujeres más 8 menores, víctimas de violencia vicaria. El Centro Municipal de la Mujer ha atendido a 532 por violencia de género, un 14% más que en 2022. Cada uno de estos casos es un fracaso colectivo que exige respuestas contundentes. Pero el gobierno municipal se ha limitado a ser un espectador pasivo, sin estrategias ambiciosas ni voluntad de liderar políticas preventivas en el ámbito local destinadas a evitar o al menos reducir el número de agresiones.

La campaña de este año no hace más que agravar esta situación. El mensaje es una muestra clara de cómo se está desvirtuando el sentido del 25N. No se trata solo de un fallo en la comunicación, es un síntoma de una postura política que evita llamar las cosas por su nombre, y que, al hacerlo, priva a las mujeres de su lugar en esta lucha.
La lucha contra la violencia de género requiere mucho más que declaraciones simbólicas. Necesitamos educación en igualdad en las escuelas, formación para los cuerpos de seguridad y recursos suficientes para los servicios sociales que acompañan a las víctimas. También hace falta voluntad política para abordar la raíz del problema: un sistema que perpetúa la desigualdad y normaliza las agresiones.
Como concejala socialista, y como mujer, no puedo permanecer callada ante esta falta de compromiso. Desde nuestro grupo municipal no hemos dejado de presentar propuestas concretas para fortalecer las políticas de igualdad en Oviedo, pero hemos encontrado puertas cerradas y oídos sordos. Nos preguntamos, ¿qué mensaje estamos enviando a las mujeres ovetenses? ¿Qué ejemplo estamos dando a las nuevas generaciones?
El 25N no puede ser solo un día en el calendario. Es un recordatorio de que la violencia de género sigue siendo una realidad insoportable para miles de mujeres y un desafío que nos interpela a todos. Desde el PSOE de Oviedo seguiremos trabajando para que esta lucha no caiga en el olvido y para que Oviedo sea, de verdad, un referente en la defensa de la igualdad y los derechos de las mujeres.
Estamos ante un deber ético que no admite excusas ni aplazamientos. Llamemos a las cosas por su nombre. Actuemos con firmeza y, sobre todo, con respeto hacia las mujeres, las verdaderas protagonistas de esta lucha.