La Junta de Gobierno ha aprobado hoy el primer Reglamento del Servicio Público de Transporte Colectivo Urbano de Oviedo. Ana Rivas, concejala de Infraestructuras y Servicios Básicos, ha elaborado con los técnicos de su departamento el documento, el cual recoge los derechos y obligaciones de las personas que utilicen los autobuses municipales, así como los de la empresa concesionaria y el propio Ayuntamiento. Se trata de la primera reglamentación integral para un servicio que cada año utilizan más de 11,5 millones de viajeras y viajeros y que hasta ahora solo contaba con un catálogo de deberes de apenas dos folios aprobado en 1998 como única normativa específica de referencia.

El reglamento, que ahora pasa a los grupos municipales para un periodo de enmiendas, seguirá su curso posteriormente al Pleno para la aprobación inicial y, finalmente, será expuesto en información pública, para alegaciones generales antes de su aprobación definitiva.

El texto recoge los derechos y obligaciones de todos los usuarios del servicio y regula cuestiones cotidianas que pueden generar incidencias y hasta ahora no estaban debidamente establecidas como el acceso a los vehículos con menores, personas con algún tipo de discapacidad, carritos infantiles, diferentes bultos de mano, bicicletas, etcétera.

“Existía un vacío normativo que un servicio público y de calidad no debe sufrir. Pero también establece las obligaciones por parte del Ayuntamiento bien directamente o a través de la empresa o ente que gestione en cada momento el servicio. Como actualmente se gestiona a través de una concesión a una empresa, lógicamente las obligaciones no pueden ser superiores a las que establece el actual contrato, pero se regulan en un Reglamento Municipal y lógicamente tendrán vigencia sea quien sea quien en el futuro gestione el servicio. Creemos que la mejora del transporte colectivo municipal ha de ser integral en lo que se refiere a diseño de rutas, mejora de frecuencias, ofrecer los mejores vehículos y la última tecnología, sostenibilidad medioambiental y, por supuesto, tarifas accesibles. El reglamento es un paso más para garantizar el mejor de los servicios a la ciudadanía”, explica Ana Rivas, concejala responsable del área.

El documento avanza sustancialmente en la exigencia y promoción de lo relativo a la accesibilidad universal a fin de ofrecer un servicio apropiado a cualquier persona usuaria potencial. Además de garantizar la seguridad y prioridad de las personas con cualquier tipo de discapacidad, el reglamento recoge que tanto en el mobiliario de las paradas como otros medios utilizados para la información sobre la red de transporte público urbano, tales como páginas web o sistemas para móviles, se promoverá la utilización de medios que faciliten el uso adecuado del transporte de manera que la información sea accesible a todas las personas usuarias.

Dentro de la apuesta reiterada y firme del Equipo de Gobierno por promover el uso del transporte público, el documento establece su prioridad dentro de las políticas de movilidad para lo que el Ayuntamiento podrá tomar las medidas adecuadas relacionadas con la prioridad semafórica al transporte público, el establecimiento de los carriles reservados necesarios para la circulación prioritaria o exclusiva del transporte público, o cualquier otra medida que considere conveniente de modo que garantice, en la medida de lo posible, una velocidad comercial adecuada, procurando mejorar la calidad del servicio.

Entre otras cuestiones, el reglamento establece un catálogo de derechos y obligaciones para el personal de la empresa y los viajeros y también las correspondientes sanciones en caso de faltas muy graves o graves. Con el fin de testar la opinión de los usuarios la empresa concesionaria tendrá que establecer un sistema de evaluación de la satisfacción de las personas usuarias y presentar al Ayuntamiento las propuestas necesarias para la corrección cuantas incidencias, deficiencias o causas de insatisfacción se detecten.