“Es inconcebible que no se hayan buscado opciones para garantizar que cualquier problema técnico no ralentice las gestiones de asuntos tan sensibles como la concesión de ayudas de emergencia o cualquier recurso social”, razonó Marisa Ponga

La concejala socialista Marisa Ponga ha preguntado esta mañana por la situación en la que se está se está desempeñando el trabajo en los servicios sociales municipales, tras conocer las enormes dificultades con que se están encontrando para atender a los usuarios y usuarias debido al caos informático provocado por la incapacidad de gestión del PP y Ciudadanos. “No puede ser que la única herramienta con que cuenten las trabajadoras sociales sea una libreta y un boli”, criticó la concejala del PSOE al término de la comisión de Políticas Sociales.

Desde hace casi tres semanas parte del personal de las UTS que atiende presencialmente a los y las usuarias de los Servicios Sociales no tiene acceso a red municipal y está recurriendo al papel para poder atender a las personas. Las restricciones de acceso a las aplicaciones municipales y el correo impuestas desde el área de informática hacen imposible que en los equipos de esas dependencias se puedan hacer trámites con normalidad, ya que no están incluidos en la red municipal desde el inicio de la pandemia.

“Es una obligación primordial en cualquier Ayuntamiento garantizar una atención digna a las personas vulnerables y con menos recursos, contando en cada momento con los medios mínimos para que no se vea resentida. Resulta inaceptable que no hayan buscado opciones que eviten la ralentización de las gestiones en asuntos tan sensibles como la concesión de ayudas de emergencia o cualquier recurso social por problemas exclusivamente técnicos”, razonó Marisa Ponga.

Aunque el Ayuntamiento recuperó el mecanismo habitual de trabajo el pasado 1 de octubre, el área de Servicios Sociales sigue simultaneando la presencialidad y el teletrabajo. En el caso de la atención presencial se sigue prestando en dependencias habilitadas durante la pandemia para cumplir las normas sanitarias. Los equipos instalados en esos espacios no forman parte en su mayoría de la red municipal por lo que ahora mismo es imposible acceder desde ellos a las aplicaciones municipales que permiten tramitar los expedientes y tampoco al correo electrónico.

“No sabemos cuánto tiempo se va a prolongar este caos informático, pero es intolerable que no se busquen soluciones para evitar que los servicios que se prestan a la ciudadanía no se vea resentido”, concluyó Ponga.