
● Juan Álvarez sostiene que “sobran los motivos para proteger y conservar este edificio, que fue pieza clave de la industrialización de Oviedo”
“La Fábrica de Gas es un conjunto único de patrimonio industrial y dentro del mismo hay piezas que no están lo suficientemente protegidas. Es el caso de la nave de la Popular Ovetense, hoy de nuevo amenazada por el empeño de este equipo de gobierno en alentar expectativas de negocio privadas a través de un nuevo plan especial”. El concejal del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Oviedo/Uviéu Juan Álvarez ha registrado una proposición en la que insta al equipo de gobierno a elevar el grado de protección del inmueble de ambiental a parcial. “Sería el camino para, como mínimo, preservar íntegra la envolvente de esta pieza singular en lo histórico y en lo arquitectónico”, señala.
El concejal socialista destaca que, “hace ya casi un año, que el Consejo de Patrimonio del Principado de Asturias instó al Ayuntamiento a elevar la protección de la Popular Ovetense, un requerimiento que Urbanismo desoyó al entender que no estaba suficientemente motivado. Nosotros creemos lo contrario, que sobran los motivos para proteger y conservar este edificio, que fue la primera fábrica de electricidad de la ciudad y pieza clave de la industrialización de Oviedo”.
La Sociedad Popular Ovetense fue constituida en 1898 por iniciativa de Policarpo Herrero, José Tartiere Lanegre y Hermógenes González y otros más de 700 accionistas que aportaron un capital de cuatro millones de pesetas. Su objeto social era “aprovechar las aguas recogidas en los manantiales de la vertiente del Áramo o en cualquier otro manantial o río, para dedicarlos al abastecimiento de aguas de la ciudad de Oviedo y a la producción de energía eléctrica”. El edificio que hoy cierra el recinto de la Fábrica de Gas hacia la calle Postigo se concibió como pabellón exento. En su interior, se instaló el primer motor de vapor para la producción eléctrica de Asturias. La Popular Ovetense fue absorbida en 1939 por Hidroeléctrica del Cantábrico, que con el paso de los años destinó el espacio de los generadores a almacen con lo que perdió su función como central eléctrica.
“Debemos preservar esta pieza singular y debemos hacerlo por su valor histórico y arquitectónico”, defiende Álvarez. “Oviedo no tiene porqué aprobar la nueva propuesta del fondo de inversión Ginko para la Fábrica de Gas, que duplica la edificabilidad residencial en beneficio de los intereses privados y supondría el fin de la Popular Ovetense”. “Lo que propone ahora Ginko, con la firma de Patxi Mangado, es pasar de 11.371 a 20.225 metros residenciales y de 95 a 158 el número de viviendas construibles y dejar en solo 400 metros los equipamientos en cesión al Ayuntamiento”, ha señalado Álvarez.
El concejal ha recordado que el Ayuntamiento pudo adquirir por poco más de cuatro millones de euros todo el recinto, pero el alcalde, señor Canteli, que primero abrazó la idea, después se desdijo y lo dejó en manos de la iniciativa privada.