Ana Rivas, Portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Oviedo
La extraordinaria descomposición a la que ha llegado el Partido Popular en Oviedo de la mano de Caunedo y su incapacidad para comprender su papel actual en la sociedad ovetense, han quedado demostradas al negarse a firmar la petición de reversión de los terrenos de la Fábrica de La Vega al Municipio.
Que el Partido Popular haya optado por defender intereses de partido, obviando la legítima aspiración de nuestra ciudad a contar con esos terrenos es, sencillamente, incomprensible y especialmente bochornoso para un partido que durante años presumió de ser “valedor exclusivo” de los intereses de Oviedo y que se presentó a las últimas elecciones bajo el slogan “pasión por Oviedo”. En el último Pleno, la ciudadanía tuvo la oportunidad de conocer lo que vale hoy la palabra del PP y de sus dirigentes actuales.
Oviedo tiene derechos claros sobre esos terrenos. Fue nuestro Ayuntamiento quien en 1856 los cedió al Estado con el fin exclusivo de que se estableciese de forma definitiva “una fábrica de fusiles y otras armas de esa clase”, fin que desde el año 2012 ha dejado de cumplirse, contra la voluntad, por cierto, de organizaciones sindicales, de ciudadanos y ciudadanas y de la propia Corporación que en numerosas ocasiones pidió la continuidad de la actividad industrial.
Pero La Vega es mucho más para esta ciudad. Hay un innegable vínculo sentimental de los ovetenses con unos terrenos que durante 160 años albergaron una de las industrias con más protagonismo en la revolución industrial ovetense, que contribuyó de una manera muy poderosa a la modernización de la industria y de la propia ciudad, que fue el espacio en que miles de ovetenses y asturianos desarrollaron toda su vida laboral.
Los terrenos de La Vega son hoy una extraordinaria oportunidad social, urbana, económica y cultural para la ciudad. Tanto por su extensión como por su emplazamiento es difícil dudar de que constituyen una pieza central en el desarrollo del nuevo Oviedo. Están llamados a albergar nuevas actividades productivas que generen empleo y riqueza, hilando de esta forma una identidad de ciudad desde el reconocimiento de su pasado y la proyección de futuro.
Justo en el momento en que es inminente el comienzo de un proyecto tan ambicioso como “Conectando Oviedo” que con una financiación de casi 20 millones de euros nos va a permitir regenerar toda esa área y en el instante en que comienza la revisión del Plan General de Ordenación, es el tiempo en que el Municipio tiene el derecho y la obligación de solicitar los terrenos. Es el momento en que esos 120.000 metros cuadrados que hoy se mantienen sin actividad y sin vida vuelvan a tener el protagonismo y la importancia que nunca debieron haber perdido, pero ahora incorporándose a la vida diaria de Oviedo.
Es tiempo de diálogo y en el diálogo queremos basar nuestra relación con el Ministerio de Defensa. Es el camino más corto pero también el más deseable para dos instituciones que no pueden perder de vista que su trabajo está destinado al interés general, a mejorar la calidad de vida de la ciudadanía ovetense. Por eso no se entiende la posición del Partido Popular de Oviedo negándose sin rubor alguno a acompañar a los ovetenses en su legítima aspiración y negándose sin razones a apostar por la negociación y el entendimiento.
Resulta lamentable y bochornoso que los dirigentes de un partido que afirma querer volver a gobernar en el Municipio no hayan entendido el calado estratégico que para el futuro de Oviedo tiene la reunión que mañana 12 de julio tendremos con la Ministra de Defensa y resultaría aún más preocupante si esa posición anti-oviedista y de escasas miras escondiese en realidad un criterio apriorístico del propio Ministerio y que estuviesen más interesados “ en hacer caja” con los terrenos de La Vega, que en revertir en Oviedo lo que siempre fue de Oviedo. Sería en ese supuesto muy interesante escuchar a Caunedo y su grupo las explicaciones de que pretende hacer el Partido Popular con los beneficios económicos de esos terrenos que son de los ovetenses.
Argumentar que la situación de La Vega es la misma que la de El Cristo – dónde el dueño del terreno se ha comprometido ya a actuar en la zona bajo un protocolo de actuaciones acordadas con el ayuntamiento de Oviedo- es deslizarse en una pendiente de demagogia tan acentuada que difícilmente podrá mantenerse en el tiempo.
Ignoro si este “papelón” del PP de Caunedo tiene que ver con los “apuros” de su jefe de filas, si es un mandato nacional o simplemente es una “frivolidad” más sin recorrido en esa suerte de “huida hacia adelante” en la que parecen estar inmersos, pero en cualquier caso es una deslealtad inconcebible y reprobable con Oviedo y una muestra de que siguen sin entender nada, sólo pendientes de ellos mismos e incapaces de escuchar a los ovetenses.