La concejala socialista Marisa Ponga ha denunciado esta mañana el «acto de violencia machista institucional» que representa la decisión del gobierno del señor Canteli de borrar el nombre de once mujeres del callejero de Oviedo. Ponga cargó contra la iniciativa del bipartito junto a representantes de otras 11 entidades que forman parte del Consejo Municipal de Igualdad.
El Grupo Municipal Socialista, Somos Oviedo y una decena de colectivos feministas han denunciado el «desprecio absoluto» del actual Equipo de Gobierno local, formado por PP y Ciudadanos, que ejercen este «acto de violencia machista» en vísperas de la celebración del Día Internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer el próximo 25 de noviembre.
Los colectivos han cargado contra lo ocurrido en la celebración del Consejo de Igualdad municipal de esta semana, donde las dos representantes municipales, así como la «mayoría absoluta» de miembros del consejo, pidieron someter a votación un documento en el que criticaban los cambios en el callejero para remitirlo al Gobierno local.
Ponga explicó que la propuesta estaba «dentro del contexto previsto en el orden del día de las propuestas del Consejo para el 25N», y fue rechazada por la presidencia, ejercida por la concejala delegada de Políticas Sociales, Leticia González (PP), «apoyada en la alegación del secretario de que no se podía votar».
«No era necesario votar, porque una a una más de 12 asistentes hicimos nuestra la propuesta en las sucesivas intervenciones, la mayoría era evidente y es función del Consejo formular propuestas y emitir informes o declaraciones», han aclarado.
Ponga ha remarcado que este órgano municipal está llamado a ser «la voz de más de la mitad de la población del municipio», y se ha convertido a causa de este tipo de decisiones en un «órgano vacío de contenido que bloquea cualquier decisión que pueda ensombrecer al gobierno de Canteli».
Una de las representantes del Consejo de Igualdad, Ana García Viejo, ha señalado que la decisión del cambio de nombres en el callejero, sumado a lo ocurrido en la reunión de esta semana, supone un «ataque» a dos pilares de la democracia, como son «la participación efectiva de la ciudadanía» y la «visibilización y el reconocimiento de los valores y méritos que todas las mujeres aportan en la sociedad».
El rechazo al cambio de nombres en el callejero ha reunido el respaldo de trece asociaciones de mujeres. En su representación, la vicesecretaria general de UGT Asturias, Nerea Monroy, ha criticado la «involución autoritaria» que a su juicio ejerce el Ayuntamiento encabezado por Alfredo Canteli. Las mujeres, ha dicho, lucharán para que la sociedad sea más justa, solidaria y libre» frente a los «bombardeos de odio y machismo».
Por su parte, la catedrática de la Universidad de Oviedo Isabel Carrera, puso el foco en lo que supone el cambio de calles con nombres de mujeres por nombres de hombres. «No tiene sentido que se haya decidido simplemente quitar a todas las mujeres, hay un mensaje político, social y educativo terrible», ha aseverado.