- El alcalde, Wenceslao López, y la concejala de Infraestructuras y Servicios Básicos, Ana Rivas, guían una visita por los principales manantiales y puntos de interés en la red de abastecimiento que recorre otros cinco concejos
Cuando abres un grifo en Oviedo, el agua que sale lleva más de ocho horas viajando por 70 kilómetros de conducciones y ha recorrido casi 50 kilómetros de distancia, diez de ellos por túneles. Son solo algunos datos del viaje que tiene que hacer el agua que consumimos desde los manantiales del Aramo hasta los hogares del municipio. El alcalde, Wenceslao López, y la concejala de Infraestructuras y Servicios Básicos, Ana Rivas, acompañados por miembros de Aqualia y técnicos municipales, han guiado una visita por el canal del Aramo para que miembros de la corporación y medios de comunicación conociesen de cerca la escasez de agua que se sufre esta temporada.
Siete personas viven a lo largo del canal y se encargan del mantenimiento y vigilancia de la red. El manantial de Cortes, en Quirós, cuenta con una pequeña presa que vierte agua al conducto. Actualmente vierte cinco litros al segundo, pero puede llegar a tener 300 litros/segundo. Los manantiales están un 36% más bajos de su capacidad habitual. No obstante, han mejorado en las últimas semanas.
Presa y manantial de Cortes.
El recorrido concluye en uno de los puestos de control en el que ya confluyen las aguas de los manantiales de Cortes, Lindes y Fuentes Calientes, en el túnel de La Cobertoria, una instalación que tuvo que repararse en 2015 por un hundimiento. La falta de nieve en invierno y la escasez de lluvias ha provocado que el embalse de los Alfilorios sea insuficiente para el consumo que se requiere y, por lo tanto, que haya que recurrir a la compra de agua a Cadasa.
El alcalde, Wenceslao López, recuerda que toda esta infraestructura supone un coste importante, una inversión y un gasto público considerable. “Cuando abrimos el grifo somos poco conscientes de que el agua es un bien de suma importancia, cada gota supone un importante gasto público”.
Las obras de la red de conducción de agua a Oviedo comenzaron en 1890, son instalaciones con historia, pero que requieren revisión y conservación constante. “Tenemos unas grandes instalaciones, bien dimensionadas, lo que puede ocurrir es que haya años raros como este y las lluvias se comportan de forma anómala”, comenta el alcalde.
La concejala de Infraestructuras y Servicios Básicos, Ana Rivas, destaca la importancia de que «todo el mundo entienda” el problema de escasez de nuestros manantiales. La edil socialista adelanta que en la actualidad se trabaja en los depósitos de El Cristo y en reparar otras instalaciones como las de Trubia y Picayón.