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El Grupo Municipal Socialista presenta seis alegaciones con el objetivo de completar la evaluación del nivel de ruido en los llamados ‘edificios de uso sensible’.
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“El bipartito debe concretar con precisión la eficacia de las medidas recogidas en el Plan de Acción contra el Ruido en vigor y su incidencia en el número de personas expuestas a niveles de ruido no tolerables”, ha solicitado el concejal socialista.
El edil Fidel Rodríguez ha reclamado al bipartito completar la evaluación del nivel de ruido en ‘edificios de uso sensible’ (es decir, centros educativos y sanitarios) y también conocer con precisión la eficacia de las medidas recogidas en el actual ‘Plan de Acción contra el Ruido’ y su incidencia en el número de personas expuestas a niveles de ruido no tolerables, a raíz de lo que se afirma en el documento aprobado por el PP y Ciudadanos en la Junta de Gobierno del pasado 19 de mayo. “No es de recibo que se diga que el Ayuntamiento ha realizado acciones correctoras en los últimos años y no se enumeren ni con tan siquiera un ejemplo”, ha denunciado Rodríguez.
El concejal socialista ha registrado seis alegaciones en las que pide ampliar la información y la realización de mediciones a todos los edificios de uso sensible. “Entre escuelas infantiles, colegios e institutos, hay 14 centros educativos en nuestro municipio que no figuran en las tablas de resultados”, concretamente los que mide el índice Ledn (superior a 55, 65 o 75 dBA [decibelio ponderado]). Rodríguez también ve imprescindible “conocer la situación en los entornos de las residencias de mayores por la vulnerabilidad de las personas que viven en estas instalaciones. Los efectos nocivos del ruido son muy perjudiciales para este colectivo”, ha razonado. Además, ha propuesto que se analicen los diez centros de estudio con los que cuenta el consistorio y que se añada al Centro Médico por ser un centro sanitario rodeado de autopistas.
La Directiva 2002/49/CE del Parlamento Europeo y del consejo sobre evaluación y gestión del ruido ambiental “establece claramente que un mapa estratégico de ruido debe diseñarse para evaluar globalmente la exposición al ruido en una zona determinada según las distintas fuentes emisoras y para poder realizar predicciones globales para dicha zona”, ha explicado Rodríguez. La vigencia de estos mapas se establece para un periodo de cinco años. El actual data de 2017 y, por tanto, corresponde este año elaborar un nuevo mapa que satisfaga el objetivo marcado por la Directiva comunitaria. “El bipartito no debe entender este proceso como un mero trámite. Estamos hablando de salud y de calidad de vida, con lo que es imprescindible tener una información fidedigna y real para tomar las medidas que sean necesarias”, ha concluido el concejal socialista.