El despotismo no ilustrado que impera en el Ayuntamiento de Oviedo ha renunciado a garantizar que se puedan invertir adicionalmente en Oviedo más de 80 millones de euros en los once próximos años, en base a mentiras e ignorancia bárbaras.
En el año 2012, el PP aprobó una ley que impide a los ayuntamientos gastar en el año más de lo que ingresan en el propio año, y se pusieron todo tipo de dificultades para utilizar los ahorros generados en los años anteriores. Esta ley supuso poner una soga al cuello del municipalismo para asfixiarlo e impedirle crecer, obliga a los ayuntamientos a privatizar más, impide destinar sus recursos a bienes y servicios públicos y los condena a mantener congelados en los bancos sus superávits.
Esta ley del PP es la causa de que miles de millones de euros de los ayuntamientos no hayan podido destinarse a cubrir sus necesidades desde 2012, y se hayan generado los remanentes de los que hablamos.
En Oviedo, esa ley fue la culpable de que desde 2012 se fuesen acumulando hasta 74 millones. Hay que recordar que cuando se quisieron utilizar, la ley del PP obligó a tomar medidas económicas restrictivas y se amenazó a ser intervenidos. El PP de Oviedo aplaudía y, durante mi periodo de Alcalde, nos criticaban incesantemente por querer utilizar parte de esos remanentes que ahora exigen en su totalidad.
Nunca el Gobierno del PP consultó a los ayuntamientos para imponer esta ley “trampa”, ni nunca permitió usar libremente estos ahorros acumulados en ocho años. Ahora exigen, en una suerte de pataleo, poder utilizar unos fondos que se han generado por aplicar “sus leyes” para acabar con lo público.
El real decreto ley 27/2020 del Gobierno socialista viene a solucionar este grave problema, cortando la soga que en 2012 el PP puso en el cuello de los ayuntamientos para asfixiarlos, y es ahora cuando el PP, con el coro del resto de la derecha, monta “una escandalera”.
Frente a lo que pasaba con los gobiernos del PP, la propuesta del Gobierno socialista es de carácter voluntario. Los ayuntamientos pueden elegir libremente dar un préstamo al Estado, a devolver en 10 años. Y, a cambio, se establece un mecanismo legal que permite que se puedan invertir en el municipio en vez de quedarse atascados en los bancos.
Oviedo tiene disponibles 60 millones para comprometerlos como préstamo. Estos fondos se entregarían en 2021 y el Estado comenzaría la devolución en 2022, al menos 6 millones cada año que podría utilizar con respaldo legal porque no generan déficit, que es ahora la raíz del problema.
Los ayuntamientos que se acojan a esta posibilidad recibirán además de inmediato a fondo perdido 5.000 millones, de los que Oviedo recibiría 21 millones para invertir en el municipio entre 2020 y 2021, además de otros beneficios importantes. Si por prestar 60 millones de los que ahora no podemos disponer, nos devuelven más de 80 millones que sí podemos comenzar a usar de inmediato, ¿dónde está el problema?
Las mentiras del PP los llevan a enumerar veinticinco obras que, según dicen, no podrían realizar, lo cual es absolutamente falso, porque con esta solución al menos veinte de ellas se podrían ejecutar directamente.
El actual gobierno del señor Canteli está renunciando a recibir al menos 21 millones a fondo perdido para invertir en Oviedo durante 2020 y 2021, y además, a una solución legal que permite poder utilizar los remanentes de 60 millones que la ley del PP generó y que durante 8 años nos ha impedido usar libremente.
La ciudadanía de Oviedo debería pedirle cuentas por renunciar a este beneficio para Oviedo, por razones de partidismo o de ignorancia, o quizás una mezcla de ambas.